Los judíos no pagan el diezmo, y la explicación que dan es muy lógica y fácil de comprender: "El diezmo, que pertenece a la ley y que nosotros nos esforzamos por cumplir, ordena a los de la nación de Israel diezmar para la mantención del templo de Jerusalén y de los sacerdotes levitas. Y hoy no existe el templo ni sacerdotes levitas, así que no podríamos pedir en las sinagogas el diezmo, donde además no existe un sacerdote de la tribu de Leví, sino que simplemente un rabino".
El pasaje favorito de los pastores inescrupulosos que han impuesto el diezmo en sus iglesias es sin duda Malq. 3:8-10 "¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa".Y torciendo este pasaje que Dios dirige a los de la nación de Israel, Malq. 3:6 "Porque yo el Señor no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos", los creyentes somos hijos de Dios, nunca la Biblia nos llama "hijos de Jacob". Los pastores mañosamente lo introducen en la iglesia que está bajo la Gracia y no bajo la ley e insultan y amedrentan gratuitamente a los cristianos, para usufructuar de algo que no les pertenece, porque los pastores no son sacerdotes levitas ni ordenados según la rigurosidad de la ley, ni viven en el templo de Jerusalén. Por lo tanto, si alguien está robando a Dios, son los pastores y no la congregación.